(11) Las Feromonas: El Lenguaje secreto pero necesario de las mascotas.

¿Alguna vez te has preguntado cómo se comunican los perros y gatos sin ladrar ni maullar?

Cuando tu perro frota su cara contra tu pierna o tu gato se acurruca contra el sofá, están diciendo mucho más de lo que crees. Aunque no podemos escucharlos, están hablando un lenguaje invisible: el de las feromonas.

Para nosotros son imperceptibles, sin color ni olor, pero para tu mascota son como un mensaje claro y directo. Piensa en ellas como las “huellas dactilares olfativas” de tu mascota, un código químico que usan para saber quién es quién, dónde han estado y cómo se sienten. En este artículo, vamos a descubrir cómo este lenguaje secreto es clave para su vida diaria y cómo puede ayudarte a entenderlos y cuidarlos mejor.

¿Qué son las feromonas? El lenguaje que no vemos

De forma simple, las feromonas son sustancias químicas que un animal produce para comunicarse con otros de su misma especie. Piensa en ellas como mensajes biológicos que se transmiten a través del aire. A diferencia de las hormonas, que trabajan internamente en el cuerpo del animal, las feromonas actúan externamente, enviando una señal a otro individuo.

Para “leer” estos mensajes, perros y gatos tienen un órgano especial llamado órgano de Jacobson, ubicado en el paladar. Este es su receptor secreto, que les permite interpretar información vital sobre otros animales, como su edad, su estado emocional y si están listos para reproducirse.

Normalmente lo utilizan los machos para conocer si una hembra está en celo. Más allá del ámbito sexual y reproductivo, por lo que los animales son capaces de identificar si se encuentran en el territorio de otro gato e incluso la edad y el estado de salud de los ejemplares de su alrededor.

El lenguaje canino de las feromonas

A través de sus feromonas, los perros tienen conversaciones silenciosas todo el tiempo. Desde un simple olfateo hasta un lamido, cada interacción está cargada de información.

  • Identidad y reconocimiento: Cuando un perro olfatea a otro, no solo lo está saludando, está leyendo un “DNI” químico. Las feromonas le dicen si el otro perro es macho o hembra, si es un cachorro o un adulto, y si lo conoce.
  • Estado emocional: Las feromonas también son un termómetro emocional. Un perro estresado o con miedo libera señales químicas que los otros perros pueden detectar, alertándolos sobre su estado de ánimo.
  • Marcaje territorial: La razón por la que tu perro orina en diferentes lugares no es solo para vaciar su vejiga. Está depositando feromonas que marcan su territorio y le dicen a otros perros: “Este es mi espacio”.
  • La feromona de la madre: Probablemente la más importante para la calma es la feromona que las perras madres liberan para tranquilizar a sus cachorros. Esta sustancia les da una sensación de seguridad y bienestar. Por eso, las versiones sintéticas de esta feromona se usan para ayudar a perros de todas las edades a sentirse más tranquilos en situaciones de estrés.

Pero que es el órgano de Jacobson: Un olfato súper especializado

El órgano de Jacobson, conocido científicamente como órgano vomeronasal, es mucho más que un simple complemento de la nariz. Es un sistema olfativo secundario, pequeño y tubular, que se encuentra en la parte superior del paladar, justo detrás de los dientes frontales.

A diferencia del olfato principal, que detecta olores generales como el de la comida, las flores o el césped, este órgano está diseñado para captar moléculas grandes y no volátiles, como las feromonas. Es una especie de “laboratorio químico” personal que les permite analizar mensajes muy específicos sobre la salud, el sexo y el estado emocional de otro animal.

El reflejo de Flehmen

Para que las feromonas lleguen a este órgano especial, los perros y, sobre todo, los gatos, realizan una acción muy particular conocida como el reflejo de Flehmen. Seguramente lo has visto en tu gato: arquea el cuello, levanta el labio superior, abre ligeramente la boca y arruga la nariz. Es una mueca graciosa que a menudo parece una expresión de asco.

En realidad, con este gesto, tu mascota no está asqueada. Está activando conscientemente su órgano de Jacobson para aspirar esas moléculas de feromonas y llevarlas directamente a este sensor. Es una forma de “saborear” un olor y descifrar su información más íntima, como si estuviera leyendo un mensaje en una botella. Es por eso que ves a los gatos haciendo esto después de oler la orina de otro gato o un objeto que les resulta particularmente interesante.

Gracias al reflejo de Flehmen, los gatos son capaces de extraer información sobre sus semejantes.

Por eso, si tu animal abre la boca después de oler o lamer una superficie, no quiere decir que algo le desagrade, sino que se siente intrigado y está intentando averiguar de qué se trata.

¿Cómo usar las feromonas para ayudar a tu mascota? La ciencia a tu servicio

Ahora que sabes cómo funciona este lenguaje secreto, la buena noticia es que los humanos podemos usarlo a nuestro favor. La ciencia ha logrado crear feromonas sintéticas que imitan las señales naturales de calma y seguridad que los perros y gatos producen. Estos productos no son medicamentos, no tienen efectos secundarios ni sedantes, y son totalmente seguros. Son, simplemente, mensajes de tranquilidad.

Para perros: Calma en situaciones de estrés

Las versiones sintéticas de las feromonas de apaciguamiento canino son muy útiles para ayudar a los perros a sentirse más seguros en situaciones que les causan estrés. Puedes usarlas para:

  • Ansiedad por separación: Si tu perro sufre cuando te vas, un difusor de feromonas en casa puede ayudarlo a sentirse menos solo y más tranquilo.
  • Miedo a ruidos fuertes: Durante tormentas, fuegos artificiales o celebraciones, un difusor o spray puede reducir su ansiedad y nerviosismo.
  • Adaptación a nuevos lugares: Facilitan que tu perro se adapte a un nuevo hogar, un hotel o la casa de un familiar.

Para gatos: Un hogar más feliz y sin estrés

En el mundo de los gatos, las feromonas sintéticas ayudan a resolver conflictos y a crear un ambiente de paz. Los productos más comunes imitan las feromonas faciales y son ideales para:

  • Evitar el marcaje con orina y el rascado destructivo: Al marcar su territorio con feromonas faciales sintéticas, tu gato sentirá que el lugar es seguro y no necesitará recurrir al marcaje con orina o al rascado para aliviar su estrés.
  • Estrés en viajes o visitas al veterinario: Un spray de feromonas en el transportín puede reducir el miedo y la ansiedad de tu gato en el coche o en la clínica.
  • Facilitar la convivencia: Si vas a introducir un nuevo gato en casa, las feromonas pueden hacer que ambos se sientan más cómodos y que la adaptación sea más suave.

Estos productos están disponibles en varios formatos para que elijas el que mejor se adapte a tu necesidad: difusores que se enchufan a la pared para cubrir una habitación, sprays para usar en transportines o coches, y collares que liberan las feromonas de forma continua.

Conclusión: Entendiendo el lenguaje para conectar mejor

Comprender el mundo de las feromonas nos abre una nueva ventana al comportamiento de nuestras mascotas. Ya no son solo olores; son mensajes invisibles que influyen en su estado de ánimo y sus interacciones.

Al usar las feromonas sintéticas, no estamos medicando a nuestros animales, sino que les estamos enviando un mensaje de tranquilidad en su propio idioma. Es una forma sencilla y segura de mejorar su bienestar emocional y fortalecer el vínculo que compartimos con ellos.

6 Consejos para usar las feromonas en tu hogar

  1. Sé consistente: Para obtener los mejores resultados, usa los difusores de forma continua en las áreas donde tu mascota pasa más tiempo. No esperes a que el animal esté estresado para enchufarlo; la prevención es clave.
  2. Elige el formato adecuado: Si el problema es la ansiedad en casa, un difusor es ideal. Para viajes o visitas al veterinario, un spray es más práctico. Si tu perro tiene ansiedad constante fuera de casa, un collar puede ser la mejor opción.
  3. No las combines con otros olores fuertes: Evita usar velas aromáticas, ambientadores o aceites esenciales en la misma habitación donde tienes el difusor de feromonas. Los olores fuertes pueden interferir con la percepción de la feromona.
  4. Usa productos específicos para cada especie: Las feromonas son específicas para perros o gatos. Nunca uses un producto para perros en un gato, o viceversa, ya que no tendrán ningún efecto.
  5. Combínalas con otras estrategias: Las feromonas son una gran herramienta, pero funcionan mejor como parte de un plan integral. Combínalas con entrenamiento de refuerzo positivo, enriquecimiento ambiental y, si es necesario, la guía de un especialista en comportamiento animal.
  6. Sé paciente: Los efectos de las feromonas pueden no ser inmediatos. Puede tomar días o incluso algunas semanas ver una mejora notable en el comportamiento de tu mascota, así que mantén el difusor o el collar en uso.

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Referencias:

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