La Historia del Setter Irlandés surge en los brumosos campos de Irlanda, bajo cielos que cambian sin aviso, surge una silueta rojiza, elegante, audaz. El Setter Irlandés: noble cazador en su origen, compañero incansable en los días de ocio, figura de películas y hazañas silenciosas. Su historia es un tapiz tejido de pasión, ambición, declive y renacimiento; de corazones rotos, de elegancia que desafía tormentas. Es una historia que nos invita a caminar entre épocas, sombras de guerra, modas efímeras y la fuerza de quienes se negaron a olvidar.
La Historia del Setter Irlandés “El Origen”
Los primeros “setting dogges” (perros que “se posan” o se detienen) aparecen en literatura británica ya en el siglo XVI, por ejemplo en De Canibus Britannicis de Caius (1570/1576), describiéndose perros de spaniel-setter cuyos cuerpos eran en gran parte blancos con manchas rojas o rojizas.
Con el tiempo, en Irlanda, estos perros —mezcla probable de spaniels locales, pointers, setters de distintas regiones— fueron seleccionados para mejorar su habilidad de olfato, de congelarse (“set”) ante la presencia de aves, para colaborar con cazadores en terrenos boscosos o abiertos.
Inicialmente existía la variedad rojo y blanco (Irish Red & White Setter). Con la llegada del siglo XIX, los ejemplares de color rojo sólido comenzaron a captar más atención estética, y fueron privilegiados en ciertas líneas de cría.
En ese origen hay tanto misterio como certeza: nadie conserva un viejo pergamino que diga “este es el primer perro”. Y sin embargo, el legado de aquellos primeros setters es real: cada rasgo de valentía, cada carrera al amanecer, cada oreja al viento, nace de ahí. Entender su origen es rendir homenaje a quienes vivieron cuando la raza aún no era un emblema, sino simplemente un compañero en la caza.
Problemas durante algunas épocas
El declive de lo funcional
Al convertirse los perros ejemplares en objetos apreciados para exposiciones, se empezó a valorar más la apariencia —el pelaje rojo intenso, la conformación física perfecta— que las capacidades de trabajo: olfato, resistencia, habilidades de caza. Uno de los episodios más dolorosos fue cómo los setters rojos perdían su destreza en los trials de caza (field trials) en favor de ejemplares “bonitos” pero menos útiles en el campo.
La amenaza al Red & White
La variedad Irish Red & White Setter estuvo al borde de la extinción. La preferencia por los rojos sólidos relegó a los ejemplares rojo y blanco, que dejaron de criarse masivamente, porque “no cumplían con el ideal estético” del momento.
Una figura clave en esta crisis fue el Reverendo Noble Huston. Después de la Primera Guerra Mundial (y la Segunda Guerra Mundial también), los recursos, las oportunidades de cría, la alimentación, quedaron escasos, y muchas líneas de perros se perdieron. Huston recogió algunos ejemplares rojo y blanco que aún quedaban, hizo apareamientos cuidadosos —por ejemplo, su perra Gyp— y así empezó a reconstruir lo perdido.
También personas como Mrs. Maureen Cuddy y su esposo (los Cuddys), que cuidaron ejemplares enfermos, siguieron importando líneas, mantuvieron contactos, cruzaron ejemplares para mantener diversidad genética.
como logra ser un perro de compañía
El Setter Irlandés fue criado para localizar aves, quedarse quieto al indicio de la presa, trabajar largas jornadas en terreno abierto, soportar clima adverso. Era un perro de caza, de resistencia, de utilidad
Pero poco a poco, comenzaron a destacarse otras cualidades: su elegancia física, su pelaje ondulado rojo intenso, su porte orgulloso y comportamiento sociable. En las exposiciones caninas, la necesidad de ejemplares vistosos llevó a que muchas líneas se críen principalmente para el show ring. Esto cambió su uso: menos cazador, más compañero. Familias que querían un perro bello, obediente, activo pero cariñoso: ahí el Setter Irlandés halló un nuevo lugar.
Además, su temperamento amistoso, su apariencia animada y su energía lo hicieron ideal para quienes deseaban un perro familiar que aportara alegría, presencia, belleza, más allá de servir con escopeta al amanecer.
Reconocimiento oficial
- En Irlanda se fundó el Irish Red Setter Club de Dublín, que aprobó un estándar para el Setter Rojo el 29 de marzo de 1886.
- En Estados Unidos, el Setter Irlandés fue reconocido por el American Kennel Club (AKC) en 1878.
- Para la variedad Red & White, el reconocimiento fue mucho más tardío: el AKC le dio reconocimiento completo a partir del 1 de enero de 2009.
Participaron muchos criadores, clubes de raza, personas apasionadas que se negaban a que ciertas líneas desaparecieran: el Reverend Noble Huston, los Cuddys, los miembros fundadores del Irish Red & White Setter Society, los miembros del Irish Kennel Club, etc.
De la caza a la pantalla: películas y años
Una de las películas más emblemáticas con un Setter Irlandés como protagonista es Big Red (1962), producida por Walt Disney, basada en la novela de Jim Kjelgaard de 1945.
En esta película, “Red” —un Irish Setter— es un personaje que no quiere ser solo un perro de exhibición, sino libre, salvaje, fiel a su naturaleza.
Otras menciones cinematográficas/artísticas menos documentadas en fuentes confiables que involucren específicamente Setters Irlandeses como personajes principales aparte de Big Red no parecen tan frecuentes.
Pero Big Red se convirtió en un símbolo: valentía, amistad entre humano y perro, sacrificio.
Hazañas: instinto de protección, salvando vidas
Aunque no abundan relatos tan documentados como para todas las razas, existe al menos un ejemplo conmovedor:
Tillie, la centinela del barranco: lealtad inquebrantable
He aquí su Hazaña: Tillie, una Setter Irlandesa de mirada noble y pelaje encendido, y Phoebe, una Basset Hound de patas cortas y corazón grande. La alarma se encendió. Voluntarios, vecinos y protectores de animales se movilizaron. La incertidumbre era densa como el bosque mismo.
“Durante días, una figura rojiza fue vista entrando a una propiedad y regresando al barranco. No ladraba. No pedía comida. Solo iba y volvía. Como si vigilara algo. Como si esperara que alguien entendiera su mensaje silencioso.“
“Los voluntarios de Vashon Island Pet Protectors decidieron seguir ese rastro. Cuando llamaron por su nombre, Tillie respondió con un ladrido firme, como un clarín en la batalla. Se asomó al borde de una cisterna de concreto. No estaba sola. Estaba custodiando.“
Dentro, encaramada sobre escombros que la mantenían fuera del agua, estaba Phoebe. Hambrienta, temblorosa, pero viva. Tillie había permanecido junto a ella durante una semana entera, saliendo solo para buscar ayuda. No abandonó. No dudó. No se rindió.
En un mundo que a veces olvida el valor de la lealtad, Tillie se convirtió en centinela, en hermana, en heroína. No necesitó capa ni medalla. Solo su instinto y su amor.
Ambas fueron rescatadas. Ambas sobrevivieron. Y aunque el frío y el hambre dejaron huellas, lo que quedó grabado en todos fue el acto silencioso de una Setter Irlandesa que eligió quedarse. Que eligió proteger.
Esperamos que Tillie haya recibido más que un buen hueso. Que haya recibido el reconocimiento que merece todo corazón valiente.
Pero también existen historias donde el vínculo humano es más fuerte que el miedo, más rápido que el peligro, más profundo que el hielo. Historias donde el amor por un amigo peludo se convierte en hazaña. Este fue el caso de Finn.
Finn el Setter Irlandés rescatado del lago por su Humano
Puede que no lo hayamos PERDIDO, pero seguro que estuvo muy cerca. Era un fin de semana cualquiera, hasta que dejó de serlo. Finn, un cachorro Setter Irlandés de espíritu inquieto y mirada noble, corría tras algo en el paisaje helado cuando el hielo cedió bajo sus patas.
El estanque, congelado pero traicionero, lo atrapó. La superficie se quebró, y Finn cayó. El agua helada lo envolvió. Su cuerpo luchaba. Su cabeza se apoyaba en el hielo, exhausto, como si dijera: “Lo siento, papá, lo intenté.”
Tommy, su humano, no dudó. No pensó. Saltó al estanque, rompió el hielo con sus propias manos, avanzó seis metros hacia la orilla. Cada segundo era una batalla contra el frío, contra el tiempo, contra el destino. Y ganó.
Finn fue rescatado. Tembloroso, asustado, pero vivo. El abrazo que siguió no fue solo de alivio. Fue de reencuentro entre dos almas que se habían prometido cuidarse.
Uno de esos momentos que creemos imposibles, hasta que nos suceden. Uno de esos instantes donde el amor se convierte en acto heroico.
El Setter Irlandés no solo inspira hazañas. Las provoca. Porque su lealtad despierta en nosotros el valor que creíamos dormido.
Legado que nos deja
El legado del Setter Irlandés es múltiple:
- Belleza y majestuosidad, una estética que ha inspirado artistas, pintores, fotógrafos.
- Trabajo+amistad: aunque su rol de cazador ha cedido terreno, el valor de ser compañero, de lealtad y de vínculo profundo con el humano persiste.
- Diversidad genética recuperada, especialmente gracias a quienes rescataron las líneas Red & White.
- Inspiración moral: valor, fidelidad, sacrificio, el hecho de proteger sin esperar gloria.
Mensaje para quienes desean adoptar a esta raza
Si piensas adoptar un Setter Irlandés:
- Prepárate para un perro con mucha energía: necesita ejercicio diario, espacio, estimulación mental. No basta con un corto paseo.
- Busca criadores responsables, personas que valoren no solo el color del pelaje, sino la salud, el temperamento, la aptitud de campo si aún te importa eso.
- Enséñale socialización desde cachorro: su tamaño, su impulso de caza pueden ser manejables si se aprende a convivir con respeto.
- Sé consciente de sus necesidades de cuidado del pelaje: cepillados frecuentes, limpieza de orejas, evitar que se enrede o acumulen nudos.
- Adóptalo no solo por lo bello, sino porque estás dispuesto a compartir tu vida, tus auroras y tus crepúsculos con él.
Reflexión final
El Setter Irlandés encierra en su pelaje rojo historias de esplendor y de pérdida; de modas insensibles y de personas que se negaron a dejarlo morir. Es un recordatorio de que lo bello no es solo lo visto, sino lo sentido: el coraje de un perro que prosigue su instinto; la voluntad de quienes lo cuidaron; la ternura que brota cuando protege a otro ser indefenso.
Cuando abrazas a un Setter no adoptas solo una raza: adoptas una herencia, un canto de niebla y de viento en los campos de Irlanda, un símbolo de fidelidad. De ti depende que esa historia siga viva, que sean más los que componen una sinfonía humana-canina que aquellos que la escuchan solo de eco.
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Referencias
- WIKIPEDIA: irish Setter. Wikipedia.
- AKC. Irish Red and White Setter History: The Original Setter From Ireland
- RED AND WHITE SETTER: Historia del Irish and red setter club
- GUDDOG MAGAZINE: Irish Setter/Red Setter: Hunting Dog Breed Profile – Gun Dog Magazine.
- WIKIPEDIA: Big Red (1962 film).
- TIME: This Irish Setter Protected His Trapped Basset Hound Friend for a Week in the Woods.
- YAHOO: Dad Races to Rescue Irish Setter From Frigid Waters …
